6/2/17

No pienses en un elefante


No pienses en un elefante, no pienses en un tenedor, no te imagines ni por un momento un lápiz o un bolígrafo, ni siquiera pienses en una jeringuilla. ¿En qué estabas pensando? ¿Te has dado cuenta? Ahora que no se te venga a la cabeza un plato, ni un vaso, ni platos que sean platos ni vasos que sean vasos ni el alcalde que quiere que sean los vecinos el alcalde. No hay duda que piensas en alguien que yo me sé. ¿Todavía no ves por dónde voy? Pues atento, que te lo explico.


14/1/17

Querida desconocida



Querida desconocida,

Te estoy escribiendo esta carta y todavía no sé cómo te llamas. De hecho no nos conocemos, o quizá sí, quién sabe. No sé dónde vives ni dónde trabajas o trabajarás ni tampoco dónde estudias o estudiaste, ni tan solo sé qué es de tu vida en este momento. Ni siquiera sé el color de tus ojos, de tu pelo o la forma de tu sonrisa. Ignoro también tu forma de vestir, de hablar, de andar o de pensar. Desconozco qué te gusta y qué no. Cuál es tu color favorito. Si tienes perro, gato, pez o tortuga. Si eres más de viernes noche o de sábado por la mañana. Si prefieres sofá, manta y peli o quizá tumbona, sombrero y libro. Quizá eres hija única o quizá no. Quizá te vea pronto o quizá pasen muchos años. Quizá ya te he visto o quizá tu a mí. Quizás, quizás, quizás.